Durante un año, el autor se sumergió en la vida nocturna y el movimiento drag de la ciudad, documentando momentos únicos y conociendo a artistas talentosos. Para él, la fotografía no es simplemente capturar imágenes, sino congelar instantes de libertad y autenticidad, especialmente bajo el abrigo de la noche. Este viaje visual se convierte en un archivo histórico, reflejando una memoria colectiva de una generación que busca ser libre en medio de una sociedad en evolución. Insta a otros creadores a destacar y representar temas LGBT de manera constante y no solo durante el mes del orgullo. Ser parte de la diversidad puede implicar enfrentar rechazo, pero la libertad y autenticidad adquirida superan cualquier adversidad. El autor comparte sus fotos más significativas, no por su estética, sino por las emociones que transmiten, ofreciendo un vistazo a su perspectiva única del mundo y de aquellos que fotografía.